Lactancia Inducida

Es el proceso por medio del cual es posible que una mujer que no ha estado embarazada pueda amamantar, sin duda el cuerpo de la mujer puede hacer cosas increíbles cuando se le prepara.

¿En qué casos podría darse esta situación?

Adopción/acogimiento de un bebé.

¿Cómo es esto posible?

Dependiendo del tiempo del que la madre disponga antes de la llegada del bebé y de sus preferencias personales

La base de la inducción es la estimulación de la glándula mamaria y el aumento de la prolactina en sangre para que se inicie la producción de leche materna, este proceso se da de manera natural durante la gestación y alumbramiento, la finalidad de la inducción será provocar estos procesos por medio de los siguientes métodos.

Antes de hablar de ellos es importante aclarar que estas experiencias son poco conocidas y difundidas, pero que pueden llegar a tener mucho éxito, también que el objetivo principal para realizar la inducción debería ser para aumentar los lazos afectivos con el bebé, el factor nutricional debería quedar en segundo lugar.

Así evitamos la frustración y ansiedad si en algún caso la inducción no llegara a cumplir con la producción necesaria para alimentar con lactancia exclusiva a su bebé.

También dejar claro que una mujer con menopausia puede amamantar, ya que para ello solo se necesita de la glándula hipófisis y de los pechos.

Estos protocolos son bastante efectivos a la hora de conseguir producir leche, pero es necesario aclarar que se debe contar con la aprobación y seguimiento de un profesional de la salud puesto que los fármacos pueden causar efectos secundarios para la madre y se le debe hacer un historial clínico bien minucioso.

Es un proceso largo, ya que se realiza meses antes de la llegada del bebé, y requiere mucha dedicación y perseverancia, pero los resultados obtenidos suelen ser muy positivos.

Esta inducción está más indicada en el caso de madres adoptivas de bebés menores de seis meses, o mejor aun en madres de bebés que no han nacido.

En general, en las inducciones farmacológicas, lo ideal es empezar entre seis y cuatro meses antes de la llegada del bebé.

Comenzar con anticipación puede dar buenos resultados, pero se puede caer en el cansancio y en la ansiedad, pero empezar demasiado tarde puede comprometer el resultado final

La estimulación del pecho es el método más efectivo, pero puede ser también más lento, se debe iniciar mínimo con dos meses de anticipación, se realizan extracciones frecuentes para conseguir la correcta estimulación de la glándula, el contar con un sacaleches eléctrico puede ser muy práctico y permite una estimulación muy eficaz.

Si no se dispone de un sacaleches eléctrico se puede recurrir a un sacaleches manual o a la estimulación y la extracción manual teniendo en cuenta que el proceso se puede alargar.

Si se la estimula de forma adecuada y continua, el cerebro de la madre aumenta la producción de prolactina, hormona esencial a la hora de conseguir una lactancia con éxito.

Cuando se empiezan a ver las primeras gotas de leche se pueden aumentar los tiempos de extracción, que deberían aumentar en paralelo a la cantidad de leche extraída ya que a más leche más tiempo de extracción

Aunque la composición de la leche materna de una inducción no tiene diferencias con las de una mujer que ha gestado y parido, sólo hay una excepción, y es que en la inducción lo que se produce es ya leche madura, habiendo ausencia de calostro y de leche de transición.

Ambas inducciones son válidas y efectivas, pero se ha mostrado mayor éxito cuando se utilizan de manera combinada.

¿Qué hacer cuando no se logra una producción eficaz?

Es posible darle leche artificial mediante un relactador, que se trata de una botellita con una sonda que va al pecho, y el bebé toma su leche de fórmula succionando directamente del seno de su madre.

De este modo, lo único que le estaría faltando de la lactancia materna sería la leche, pero obtendría todos los beneficios físicos y emocionales de la succión al pecho.

Tan importante es la producción de leche como otros factores que debemos valorar

1. Que la madre tenga confianza en sí misma, en su capacidad de producir leche.
2. Que tenga acceso a información y conozca el funcionamiento del proceso
3. Si la madre adoptiva estará en el parto y podrá hacer contacto piel con piel con el bebé y un inicio precoz de la lactancia materna, cuanto antes se inicie el agarre al pecho y haya menos interferencias, mayor será el éxito de la lactancia sea cual sea la cantidad que se haya conseguido producir.
4. Si el bebé adoptado ya no es recién nacido y ha estado siendo alimentado con fórmula y biberón.
5. Deseo y voluntad este es el factor primordial para amamantar no solo al hijo biológico como también al adoptado, es necesario primero, querer amamantar.

6. Llevar al bebé en brazos todo el tiempo que se pueda para incrementar los niveles de prolactina.
7. El apoyo familiar y de la pareja, es necesario que la madre sea contenida en todo el proceso de la lactancia
8. Orientación: Una asesoría médica sumada a la asesoría de lactancia materna es esencial a la hora de intentar dar el pecho a un hijo o hija no biológico.

“Y, por último, pero no menos importante es llenarse de paciencia, recordar que las grandes obras no se hacen en un día y que somos dueñas de nuestro cuerpo y de nuestras decisiones y la lactancia materna puede ser el reto más grande en la vida de una mujer pero que está llena de beneficios incalculables”